Para los dedos helados (y el clima gris…)

En cada temporada nos pasa lo mismo: “que frio que hace!, y con lluvia… Sabes cuando dan un dia lindo?, creo que este junio ha sido mas frio que el pasado, no crees?”

Al mismo ritmo en el que aparecen las bufandas y las camperas, los tes calientitos se multiplican, los chocolates calientes y los cafes gourmet abundan y se convierten en primera necesidad.

En otras latitudes, se acostumbra tambien a calentar el cuerpo con vino caliente y especiado, que invitan a una conversacion tan calida como la bebida, y en otras partes se disfruta muchisimo tambien la sidra caliente y es aqui, donde mi esposo me hizo un regalo fantastico. Una de estas tardes en las que no sabes si recostarte bien abrigada, darte una ducha caliente, ver la tele frente a la estufa, o alguna otra de estas soluciones, me llevo al salon donde estaba bordando, (mi hobbie mas reciente) una taza de humeante  y perfumada sidra. El otono se hizo mas agradable instantaneamente y los colores de los arboles que nos rodeaban se fundieron con el de la bebida. Tan ricos ambos, tan sonadores!

Esta sidra me rescato del frio y con  frecuencia caliento mis manos al sujetar la taza. Agua Salus Frutte de Manzana, a calentar suavemente en una olla, un trocito de canela en rama (no en polvo), un clavo de olor…Listo! podemos ir mas alla y agregar un trocito de gengibre, un poquito de miel o de jugo de limon, y hasta un chorrito de ron u otro licor, lo que nos llevara a descansar toda la noche.

Y al fin, Bogota

Nunca había visto yo una gente mas fiestera que esos colombianos. Porque a los venezolanos nos gusta el bonche, pero como que hay cierto pudorcito, no? Pero acá, desde el aeropuerto de Medellin, y como era Halloween, casi todos los counters de las lineas aéreas y su personal, muchísimas azafatas y hasta gente de aduanas, andaban con sus disfraces, unos un poco mas discretos, pero abundantes Catrinas y Draculas. Y después de llegar al Hotel Blue Suites y salir a almorzar, no podía creer que el Parque de la 93 estuviera hasta el tope de adultos disfrazados.  Fueron a trabajar con su disfraz!! y en la noche??? La berraquera!!!! el desfile de la gente por las calles, todos disfrazados, la música, los grupos de autos y motos, de todo, y hasta en comparsa!. Yo sinceramente creo que Bogota es la mejor ciudad para disfrutar la noche de Halloween como adulto, haberlo sabido….
El hotel tiene buena atención y excelente ubicación, cerca del parque y todos sus restaurantes. Teníamos una reservación para una habitación matrimonial pero la cama era demasiado pequeña y aunque era cómoda, dormimos fatal. Esa habitación también era muy chica y nos tropezamos con las maletas todo el tiempo. Al día siguiente solicitamos un cambio por una de mayor tamaño y comodidad, y el Sr. Alex nos cambio personalmente a otra mucho mas grande y cómoda que disfrutamos muchísimo. El desayuno esta incluido y se sirve en un área muy bonita y tranquila. Ademas de lo usual hay algunos platos tradicionales como caldos, arepas, empanadas, etc Si pides huevos te los hacen a tu gusto y con mucha amabilidad. Siempre un buen cafe.

Nos fuimos caminando hasta el Parque para almorzar y entramos en El Corral Gourmet, donde comimos, creo que en mas de 4 ocasiones las mas ricas hamburguesas que he probado. Super originales y variadisimas, lo difícil es decidirse.

Esa noche cenamos en Pesquera Jaramillo y compartimos un Pulpo a la gallega, que mas parecia rebanadas de pota sin mucha gracia y luego yo pedí unos langostinos cubiertos con coco que estaban bastante buenos y un bacalao a la vizcaína que se arrimaba mas al lado de los malos platos. Una verdadera desilusión, que lastima!

Al siguiente día nos reuniríamos con la familia  fuimos a ponernos al día en Usaquen, que me recordó un poco a El Hatillo, al restaurante Beirut donde pedimos miles de platillos, pan, cremas, kibbe, cordero, ensalada, tabaquitos y cerveza muy fría! De allí, a la casa a seguir y darse cuenta de que lindo es retomar una conversación donde se dejo hace muchos años y disfrutar del cariño mutuo.

Nos encaminamos a Zipaquira a visitar la Catedral de la Mina de Sal. Tomamos un autobús regular como cualquier cristiano, pues no tuvimos tiempo de reservar en el Turistico Tren de la Sabana. Al final llegamos mucho mas rápido y nos ahorramos un montón de pesos. Ahí, en Zipaquira hay una mina de sal ultra profunda y allí, se va bajando y admirando las estaciones del Via Crucis talladas en sal, y se sigue bajando hasta llegar a la Catedral con sus inmensas naves y sus cruces. Es imponente y precioso. Como era un día domingo, estaban celebrando misa pues hay hasta bancos de madera. Es bueno ir mas temprano en la mañana de lo que fuimos nosotros, quizás llegar tipo 9 y estar pendientes del sol pues hay que hacer una cola bastante grande para adquirir los boletos, que por cierto ofrecen en varios combos, con tren de regreso al pueblo, visita al museo de la mina, etc. Para llegar a las instalaciones hay que subir a pie un camino bastante largo y yo me canse muchísimo. Así, que quizás es bueno tomar el trencito abajo, o un bus o taxi, o algo!
Nuestro tren nos paseo por el pueblo ensenandonos toda la parte histórica y nos dejo frente a un restaurante de comida a la parrilla que sirve unos platos enormes! Probamos ajiaco, mamona que es ternera, cerdo, morcillas, chorizo, mi amada yuca con mojo, arepas dulzonas, queso, mojo. Un poco tosco porque lo ponen todo apilado en un solo plato pero rico igual. Obvio que no pudimos terminarnos todo…
Otro día nos fuimos rumbo a Guasca, muy cerca de Bogota, tranquilamente y conversando. Mucho verde, un lago, montañas, una vista incomparable de la ciudad, clima fresco de la sabana y seguimos camino. En un momento nos encontramos con un grupo de soldados o guardias que nos saludaron con el pulgar hacia arriba. Para mi desmayo, y posterior alivio, lo que nos decían era que la vía estaba segura y se podía continuar. Entre tanta belleza natural es fácil olvidar los peligros de secuestros que azotaban a esta zona hasta no hace nada…

Llegamos a la Estancia San Antonio, una hermosa finca de verdes y suaves colinas, llena de flores, ganado finísimo, caballos, etc. Por todas partes se nota la mano de sus dueños, pues abundan los detalles, una carreta decorada, un farol especial, un banquillo para descansar,  una hermosa cascada frente al Restaurante Aponwao, hasta los  baños  públicos están repletos de cariñitos. Hay un hotel, el restaurante, un spa, caminerias, siembras hidroponicas de vegetales, flores  brillantes. Pronto pesca de truchas, paseos a caballo y cuanto sea necesario para pasar un lindo día o alojarse y desconectarse un poco. Puedo imaginarme que pasar una noche entre tanta naturaleza en comfort es espléndido. Nos sentamos unos minutos en el restaurante y los dueños, todos familia venezolana, se acercaron y nos contaron del lugar y sus inicios y nos obsequiaron con perfectos tequenos venezolanos y un ceviche con su leche de tigre bien logrado. También hacen quesos venezolanos y los envían a Bogota por encargo. Casi muero al saber que al siguiente día iban a “cortar” leche para la nueva tanda…Mi prima y yo decidimos en un futuro cercano quedarnos allí por una noche y disfrutar el spa, el paisaje, la comida, la estufa, todo!!!

Después de esto emprendimos el retorno a casita y paramos a almorzar en La petite Alsace, en el mismo paisaje de sabana  y en una cabaña fabricada enteramente de madera y súper acogedora pedimos sopa de cebolla, no la tradicional version francesa de consome con el pan tostado y gratinado sino mas bien una sopa espesita y full pimienta, luego variados platos de carnes curadas con chucrut y papas y  Codito de cerdo ahumado, especialidad de la casa. Tambien compramos un par de quesos de cabra madurados (finos animales que nos espían desde un lindo establo a la entrada del restaurante) que probamos de vuelta a casa con un pan canilla riquisimo y un par de botellas de vno tinto.  Finalmente, una de las noches nos acercamos a Kokorico, cerquita del hotel y pedimos para llevar pollo a las brasas con yuca frita y salsitas, a muy buen precio, bien rico y con guantes plásticos para no ensuciarnos las manos.

Bogota esta muy bien, al menos desde el punto de vista del turista, mas linda y grande de lo que recordaba, y con la posibilidad de ir a  Usaquen, Zipaquira y Guasca a un tiro de piedra de la ciudad, ademas de las docenas de hermosos locales donde tomarse un cafe o un trago en cualquier momento, parece una ciudad súper vivible y amena. Los centros comerciales de la zona, grandes y lujosos,  tienen tiendas de todo tipo y a su alrededor muchos locales resto-bar. La cantidad de gente en la calle, paseando y disfrutando al igual que nosotros, era increíble. Nuestros primos se encargaron, no solo de que disfrutáramos de nuevo el estar rodeados de familia, de familia extendida pues ahora sabemos de montones de primos segundos que emocionantemente nos piden la bendición y nos llaman tíos, sino de sus hijos, parejas, estudios, logros, sueños…Se me apreta el corazón de pensar en no poder disfrutar de esto cada día, físicamente, pero a la vez,  agradezco la maravilla de estar todos muchísimo mas cercanos  y conectados y saber de cada uno de nosotros a diario ahora que tenemos un grupo llamado acertadamente “primos”. Nos reímos a carcajadas, con los emoticones apropiados, mandamos nuestras energías, fotos de nuestros hijos, mascotas,casas, cenas, compartimos recetas, consejos, chistes, y puedo decir que he conversado mas con mis primos en estos últimos meses de lo que hice en varios años.

Bueno, una cosa por otra…

La ciudad de la Eterna Primavera!!! (que cuchi…)

Medellin, como te pareces a mi tierra! El verde y las colinas te abrazan por todos lados y tus sabores me hacen sentir nostalgica de mis frutas exoticas y mis empanadas fritas. Llegamos al Hotel Intercontinental Medellin, ubicado en la zona de El Poblado, ubicacion super conveniente para nosotros pues estariamos en un Congreso en el Centro de Convenciones y quedaba bastante cerca. Exquisito hotel, genial atencion desde el momento de llegada, te reciben con aguita helada y saborizada con limon, tamarindo extranjero, o narajas en lindas jarras y copas de cristal, sonrisas y elegancia, mucha vigilancia (pero casi imperceptible), comodas y amplias habitaciones con un lindo surtido de amenities, ademas de la esperada cafetera electrica, el mini bar y las batas y pantuflas.
El desayuno es buffet y es extraordinariamente completo, frutas, jugos, cereales, fiambres diversos, monton de panes diferentes (podia morirme con el relleno de queso…) y tambien buffet caliente con “calentao” una especie de arroz con pollo y vegetales que vi en varias partes de Medellin, arepas, pan de queso, frijoles, huevos al gusto, salchichas, panceta y excelente cafe siempre listo y delicioso.
La noche que llegamos nos tomamos una copa en el Bar del Lobby del Hotel, buen ambiente, relajado, ofrecen musica en vivo algunas noches (no esa…), y ordenamos una empanaditas crujienticas y con una salsita picante al lado riquisimas.
Tuve un inconveniente al hacer la reservacion a traves de Booking, pues tuve que cambiar la fecha de salida (un dia mas) y el sistema aparentemente estaba caido, por lo que decidi hacer una nueva con las fechas correctas. Magno error!!!!!! ni siquiera pude eliminar la reservacion anterior y al dia siguiente de llegar al hotel amanecio una notita debajo de la puerta diciendome que como yo tenia otra reserva me iban a cobrar esa estadia tambien. Yo, que tengo un problema psiquiatrico con el dinero y los gastos, casi me desmayo. Mi principe azul bajo conmigo al rescate y le explico a la joven de recepcion el caso, porque supuestamente habia sido por “no show” y alli estaba yo!!! y que el problema era de Booking y no podian hacer nada. Manuel pidio hablar con el Gerente, que en ese momento estaba ocupado. Finalmente, pudo conversar con el Sr. Diego Gomez Rendon quien le permitio explicar el “caso” punto por punto pudiendo solucionarse todo de manera perfecta y amable.
Bien por Diego, por su logica, dedicacion, buenos modales, excelente atencion y cordialidad, lo que lo convierte en un tremendo gerente!!! Mal por Booking que no deja cancelar algunas reservaciones aun con varios dias de antelacion y que no tiene un sistema que detecte una duplicacion de reserva.
No podre contar demasiado sobre los restaurantes de Medellin porque le fuimos fiel a uno que quedaba en todo el frente del Hotel y que nos fue recomendado alli mismo. Se llama Hato Viejo y llegabamos solo al cruzar (corriendo) una avenida. Alli comimos 4 veces y siempre fue estupendo, en especial la trucha a la parrilla que llega doradita y crujiente con ensalada fresca y yuca hervida. En su momento probamos la Bandeja Paisa, Carne a la parrilla, Sopa criolla de vegetales que incluia apio (del nuestro) y arroz con coco salado. Al llegar te obsequian una bandeja con arepitas y tostones, mantequilla y guasacaca para acompanar tu cervecita y referscarte en esta ciudad que en ese momento paracia del “Propio verano” mas que de “La eterna primavera”.
Los almuerzos, una vez comenzado el Congreso, fueron brindados estilo buffet caliente en el Centro de Convenciones y estaban bastante bien. No se quien era responsible de su preparacion, pero el servicio siempre fue amable.
Hay una nota que no supe a quien enviar para quejarme, aunque lo comente varias veces con la esperanza de que llegara a los oidos adecuados y se refiere a lo siguiente; Una de las actividades que se ofrecian era un paseo hasta una zona denominada El Mirador y luego una visita a un centro de artesanos que mostraba, y vendia, artesanias de todas las regiones de Colombia, tambien una corta visita a una tienda donde se podrian comprar dulces tipicos y otros productos comestibles. Ese era el plan. Eso no fue lo que paso. Salimos en autobus alrededor de las 6 de la tarde, una vez finalizadas las exposiciones y presentaciones de ese dia, y agarramos via hacia el aeropuerto. Nunca nos detuvimos en el mirador pues, aparentemente estaba muy nublado para poder apreciar nada. Ciertamente habia llovido un poco en la tarde pero a mi me parecio que la noche estaba clarita, de hecho, el autobus que venia despues de nosotros si se detuvo. Lo grueso del cuento en realidad se refiere a que llegamos a este centro de exposiciones, Caballo de Troya, que en realidad es una tienda tipo Hannsi (en Caracas) que si bien tiene productos de todas partes, su intencion es venderlos, no que los admires tipo exhibicion. Alli estuvimos bastante tiempo, muchisimo en realidad, y no nos dejaban salir de la tienda hacia el autobus para buscar abrigos ni nada (estaba haciendo frio) “Hasta que no estuvieramos todos juntos e ir caminando a la otra tienda de los dulces” que al final resulto un restaurante, Sancho Paisa, al que llegamos caminando por la orilla de la carretera. Caimos toditos como venaditos!!! No puedo describir la furia que teniamos la mayoria de nosotros, que nos sentimos cuasi secuestrados y enganados. Para rematar algunas personas del grupo decidieron cenar en ese restaurante por lo que nos informaron que tendriamos que esperar a que ellos terminaran y estuvieramos “todos juntos” (ordenaditos y calladitos, supongo) para volvernos en autobus de nuevo. Eramos un grupo de alrededor de 14 personas que no estabamos dispuestos a esperar y Manuel exigio que nos enviaran un medio de transporte para que nos regresaran. Despues de varios dimes y diretes, donde hasta la pobre chica de la tienda dio un mal paso y se cayo en la acera, nos enviaron una van donde cupimos mas o menos, yo iba como San Pancracio, pero ya lo que queria era llegar y comerme mi truchita. Al dia siguiente lo dejamos saber a montones de personas, nadie supo nunca quien habia organizado eso ni quien era responsible de este engano y mal rato. Una cosa es que te ofrezcan un paseo para admirar Medellin desde un mirador y luego una visita a una exhibicion de artesanias y a una venta de dulces tipicos y otra muy distinta ser arreados, sin salida y sin información.
Hicimos un paseo en autobus turistico para conocer la ciudad, pero debido al trafico y al calor, es un poco canson. Sin embargo el recorrido y la narracion son muy completos y amenos.
Fuimos tambien al Pueblito Paisa, en la cima del Cerro que lleva el nombre del Cacique Nutibara que recrea un tradicional pueblito de la zona de Antioquia de principios de siglo. Tiene su fuentecita en el centro de la plaza principal, su Iglesia y casitas alrededor a la usanza de los pueblos latinoamericanos. Cada casita es una tiendita con los souvenirs de siempre y tambien hay puestos de raspados, helados y comidas rapidas tradicionales. Es un sitio muy especial para admirar a Medellin y darse cuenta del tamano que tiene!!!
Me gusto Medellin, sobre todo por la gente, siempre fueron amables y educados, pero muy calidos, y me gusto sentirme rodeada de nuevo por gente de nuestra sangre y gustos.
Ahora, a Bogota!

Hola, Lima!

Hacia un tiempo que no aterrizaba en Lima de dia, no es que haya mucha diferencia porque igualmente no se puede ver nada desde el avion por la infaltable neblina, pues esta misma neblina es una constante en esta ciudad que ahora adornada con cientos de novios rojos sembrados en su seca tierra, le da un aspecto melancolico de fotografia en blanco y negro “arreglada” con estos intensos toques. Y llegar de dia significa que hay tiempo para hacer muchas cosas! El post es largo y mira que les he ahorrado muchos detalles, no dejen de escuchar la música para ambientarse enseguida.
Saludo al familiar aeropuerto, al cartel de bienvenida y al paseo hasta el hotel, justo debajo de los cerros de piedra que amenazan con tapiarnos a pesar de sus cortinas de malla. A la derecha, el gris pacifico con sus rocas cuyos colores solo se revelan cuando el agua las toca, verdes, ocres, blancas y corales, regresan a su sereno gris al secarse. Gris y beige de tierra.
Surgen los aromas en torrente para matizar la monotonia, y nos miramos complices y con anticipacion. Comenzamos con un almuerzo tempranero, por el cambio de hora, en  Punto Azul ahi mismo del hotel, con cerveza no tan fria como lo hubieramos deseado, aunque el clima no daba para tanto deseo, la verdad. Y llego mi esperado Pulpo al carbon con yuca frita, perfecto como siempre; mezclamos un poquito de tartara con el picante de rocoto fresco y nos quedo una salsa riquisima, buena para todo! Despues pedimos para compartir un Picante de Mariscos, quizas no habia mucho balance entre la cantidad de pota y calamar y la de camarones, pero la rica salsa cremosa y picante te lo hacia olvidar un poco, y aun mas al incorporar el fragante arroz peruano. No hubo espacio para el postre, otra vez.
Cumplido Punto Azul, reservamos para cenar en Madam Tusan el chifa de Gaston Acurio, para ya marcar los infaltables desde el principio. En lugar de probar los ricos tim san de la vez anterior, decidimos probar el Pato al estilo Pequines, o como es ya tradicional su jocosidad, la Fiesta del Pato. Y ademas en cuatro tiempos!!! Primero las crepes chinas con la piel super crocante y el cebollin con un lindo aro de aji limo, la segunda parte de la fiesta trajo carne del pato cortadita con hongos chinos, castanas de agua, cebollitas, etc y las mas frescas hojas de lechuga que he probado para hacernos una especie de taco que recuerdan los de P.F. Chang. La tercera parte, y como lo anuncio el camarero: Mas pato!, esta vez en un clasico guisado chino con vegetales servido sobre fideos crocantes. Ya para este momento estabamos mas que satisfechos, pero habia que probar el caldo. Lamentablemente se tardo un poco este servicio y estoy segura de que la razon fue la intensa afluencia de comensales que comenzo a llegar alrededor de las 9 de la noche. La primera parte de esta fiesta fuen en definitiva, no solo la mejor, sino que ademas superaba con mucho las versiones que comimos en Shanghai en nuestra busqueda del mejor pato. Muy bonito restaurante, muy afable servicio. Y ahora a descansar en el hotel de siempre, Hotel Ariosto, en Miraflores donde siempre hay una sonrisa y una bienvenida y el mejor desayuno del mundo entero, de la vida y del amor!
Al dia siguiente, y buscando recomendaciones de nuevos restaurantes, nos encontramos con Maido de cocina Nikkei, o fusion de cocina criolla peruana con cocina japonesa. Reservacion para almorzar de por medio, es un restaurante que ni siquiera esta anunciado visiblemente desde la calle, pero como llegamos caminando nos fue facil de ubicar. Fuimos recibidos, al igual que todos los que entraban, con un sonoro Maido! que sugiere una muy cordial bienvenida. El interior es otra cosa, acojedor pero con cierta majestuosidad, con sogas que cuelgan desde el techo en un diseno limpio e impactante. Nuestro camarereo insistio tantas veces en que eligieramos la ““experiencia nikkei” que acabamos cediendo, pero como conocemos muy bien nuestro apetito ordenamos solo una para compartirla. Igualmente, se pidieron varios Nigiris que de manera casi imposible podian llegar a ser aun mas exoticos que todo este melange Nikkei; se llaman “de mar” y “de tierra” y estos ultimos lucen sobre el arroz pequenisimos y distintos trozos de carnes maceradas y cocidas al carbon, en un caso mollejas perfectamente cocidas.
La experiencia tiene 14 platos diferentes y no voy a intentar describir cada uno, eso seria una maldad. Lo que si es cierto es que son, por llamarlos de alguna manera, poeticos y fruto de la union de imaginacion y destreza. Cada uno es unico y sorprendente por demas. Independientemente de que alguno no fuera de mi entera satisfaccion, el cuidado en la combinacion de sabores, la impactante presentacion de cada uno en envases muy diversos como piedras, maderas, vajillas extravagantes, que aunados al tiempo perfecto de servicio y la amable explicacion, hacen de esta experiencia algo inolvidable.
Yo soy una persona muy bien educada (…) y solo me gusta hacer comentarios halagadores, o quedarme calladita, pero en este caso, y muy a mi pesar, voy a contarles que el joven creador de todas estas maravillas, Mitsuharu Tsumura, estuvo durante buena parte de  nuestro almuerzo, que supero las 2 horas, sentado en una mesa muy cercana. Yo hubiera esperado que saludara a los comensales, o les dedicara al menos un gesto de bienvenida, pero nada de eso sucedió. Estuvo acompañado de un joven que hablaba sonoramente por su celular y luego por unos senores que le proponían una aparición en t.v. El divismo es una cosa seria. Ciertamente, casi nada es perfecto en esta vida.
En fin, a trabajar todo el dia siguiente y a recompensarnos con una rica comida china en el restaurante chifa Walok . Chifa se refiere a la fusion de cocina criolla peruana con la china. Quiero citar a un historiador muy amigo mio quien explica que finalizada una epoca oscura de esclavismo chino en Peru, los inmigrantes forzosamente se vieron en necesidad de ganarse la vida al no tener la “proteccion” de sus duenos, y al tener entre sus habilidades el cocinar, mas no el dominio del idioma castellano, preparaban ollas de arroz a su estilo y convidaban a los transeuntes a “Chi fa” o a “comer arroz”. Que bueno es aprender algo nuevo, no?
Bien, esta cena fue genial pues incluyo, para mi deleite la presencia de una ricura de bebe de dos meses de nacida a quien pude cargar a mi antojo y darles un respirito a sus padres. Gracias a Leslie e Isidro! Como de costumbre, el arroz chifa genial y super abundante, y Leslie nos recomendo el Pollo arrollado relleno de delicias  que paso a ser un favorito nuevo. Es un restaurante grande, comodo y recomendable para celebraciones y para familias.
Se nos termina el tiempo en Lima, y nos dirijimos a Polvos Azules, es un Centro Comercial/Mercado muy grande. Varios pisos y cientos de tiendas exhiben ropa casual, elegante, deportiva, tejidos, calzado, carteras, juguetes, hasta electrodomesticos. Impresionantes los puestos de calzado deportivo!!! hileras e hileras de zapatos para trotar, caminar, jugar futbol o tennis, en miles de colores! El encargo era comprar conjuntos deportivos de hacer ejercicio y encontramos bellezas y de muy buena confeccion, de “marca” a una fraccion de lo que que podrían costar en tiendas de un centro comercial como Larcomar, por ejemplo.
Hablando de Larcomar, este Mall esta encaramado en el risco de Miraflores y enfrentado al inmenso y aparentemente interminable oceano pacifico. Tomar una copa en cualquiera de los varios restaurantes con vista y disfrutar del atardecer, los infaltables surfistas y el sonido del mar es lo maximo!
Habiamos visto un programa de television que elogiaba a la polleria Hikari como la autora del mejor Lomo Saltado de Lima, lo cual sonaba como una mescolanza de lo mas interesante, nombre japones de una polleria que servia un plato rajadamente chifa? Pues alla nos fuimos con un grupo de amigos que incluia 3 ninos y nos encontramos con tremenda fila para entrar. Pero como eramos 7 personas, pronto se desocupo una mesa grande y entramos. El restaurante es comodo pero muy escandaloso, varias familias decidieron celebrar cumpleanos y ademas habia musica en vivo por parte de un muchacho de mirada vidriosa que tocaba un piano electrico a un volumen muy cruel. Casi no podiamos ni conversar, pero asi y todo, brindamos por nuestro encuentro con pizca sour, cerveza helada y chicha morada como debe ser!!! Pedimos el recomendado lomo saltado que ciertamente estaba muy bueno y los ninos y yo pedimos pollo asado con papas fritas y varias salsitas criollas. Es un restaurante bastante asequible, familiar y cuya cocina no alberga mayor misterio.
Esa noche y despues de pasear por la cada vez mas cuidada Miraflores, decidimos probar los tan aclamados sanguches peruanos; asi que en la Sangucheria Criolla (no hay error, por si acaso) La lucha, pedimos uno de pavo, uno de lechon asado y uno de chicharron de cerdo. Uno de los mejores panes que he probado, ligero y a la vez crujiente sin exageraciones maltratantes. Varios envasitos contenian mayonesa, aji, crema de aceitunas, y otras para aderezar a tu gusto. Para satisfacer nuestro deseo de frutas tropicales, ahora exoticas, pedimos un jugo de guanabana que lamentablemente no estaba demasiado rico y a pesar de ser extraordinariamente espeso, estaba bastante insipido…
Tratamos siempre de buscar mariscos y yo especialmente camarones, asi que buscamos un nuevo restaurante especializado en ese tema y llegamos a El Mercado, de Rafael Osterling. Afortunadamente habiamos hecho una reservacion para almorzar temprano, pues era domingo y la cosa puede ponerse tensa. Cuando llegamos, en efecto habian algunas personas esperando, pero nosotros entramos cancheramente anunciando nuestra reserva! Pobres almas que esperaban en la acera, pues el restaurante no tiene un area designada para tal efecto. Yo sugeriria pasar a la barra, por lo menos para estar adentro de una vez. La decoracion es informal, agradable y tiene una banda de cantos de pajaros, que a veces te hace mirar hacia arriba con temor. Pedimos un Cebiche galactico, pulpo a la parrilla bien preparado pero extranamente acompanado de champignones y papas, y luego una hermosa cesta con una barbaridad de langostinos gigantes “arrebozados” con panko que estaba delicioso!!! La carta es bastante amplia y a pesar de ser mayormente criolla pues hay tiradotos, causas, tacu tacu, etc ofrece tambien sushi, sopas y chaufa. Excelente restaurante aunque el servicio se copa un poco por la cantidad de gente. Salimos de alli y dejamos detras mas de una veintena de aspirantes a comensales que tampoco hicieron su reservacion….
Mañana tempranito a Medellin y luego a Bogota!

 

Medio Mundo, Parte 2

Al principio me senti un poco confundida, pues no veia la clasica arquitectura Shikumen, donde esta el color rojo y negro? donde los dragones? el jade? la seda y las perlas? los templos, los peces carpas? Shanghai se me presentaba como una ciudad modernisima, occidental y capitalista. Las  agencias Maseratti y Lamborghini compiten una al lado de la otra. Los Mercedes, Jaguar, Rolls Royce tocan sus cornetas al unisono en las transitadas calles. Si no fuera por las personas y los letreros en chino (y en ingles) podia estar en cualquier parte. 
Asi, que buscando llegamos a Yu Yuen (Jardin Yu) donde nos dimos banquete visual. Finalmente todo estaba alli. 
Tomamos el brunch en un inmenso restaurante de self service con larguisimas estaciones. Postres, ensaladas, cangrejos peludos y xiaolongbao que es un pan chino relleno de caldo y de cerdo o cangrejo clásico en Shanghai y se come clavando un pitillo, dumplings al vapor, a la plancha o fritos con diversos rellenos, pescados enteros, pechugas y  piernas de pollo (tambien las paticas…), fideos, arroces, vegetales…Es difícil la selección, llevas tu bandeja y vas poniendo lo que te tienta. Al final la cajera saca la cuenta, pagas y te vas a tu mesa. Aparentemente en los momentos en que Shanghai estaba dividida en varias concesiones, esta area de Yu Yuen era exclusivamente china y los edificios han sido acondicionados pero son los auténticos. Vimos artistas que pintan con el dorso de la mano, ventas de papagayos y de juguetes motorizados que volaban por los aires dando vueltas; varias joyerías con piedras preciosas y semi con precios insólitos, sederías, ropa, calzados, los clásicos souvenirs, varias tiendas de te con gran variedad y que puedes degustar en una pequena ceremonia sentados a una mesa muy particular, parecida a una gran bandeja, hecha de barro al igual que la tetera, que deja escurrir el hirviente agua y al final va tomando los aromas de jazmin y te. El ambiente es increíble, a pesar de la gran cantidad de personas, nunca me senti preocupada por nuestra seguridad. En verdad, en todo el viaje jamas tuve esa sensación, ni siquiera paseando en la noche. De hecho nos sentimos como unos emperadores.
También queríamos visitar un templo y fuimos al del Buda de Jade. Hermoso, tranquilo, full de incienso, devotos y cintas rojas, abrumador en la cantidad de diversas estatuas. Al fondo del templo hay un pequeno estanque con carpas o Koi, esos sinvergüenzas peces color naranja, amarillo y blanco que sacan la cabeza del agua para comer. Bueno, allí venden un saquito de comida especial para alimentarlos y aumentar nuestra suerte. En un ataque de pichirreria no quise comprarlo (a costa de ser mas sortaria…) pero si fuimos testigos de una señora que a estas alturas debe haberse ganado un premio gordo y verán el porque en la fotografia. Se dejaron acariciar como cachorritos!!!!
Tomamos en otra oportunidad el tren Maglev, o Magnetic Levitation train que viaja a una velocidad de hasta 400 km/h desde el aeropuerto hasta una estación del metro y de vuelta nuevamente. 30 kilómetros que pasan ante tus ojos en solo 7 minutos en un extraordinariamente cómodo tren. Al principio me sentí aterrorizada ante la perspectiva de llegar a una estación principal  de metro entre miles de personas sabiendo tan solo a donde queríamos ir. Afortunadamente eso fue suficiente, seguimos al  rio humano y llegamos a una especie de ATM con pantallas táctiles que también estaban en ingles, tipo “usted esta aquí” y “Hacia donde se dirige”, cuantas personas? tantos yuenes y listo! Todo en una sola maquina que hasta el vuelto te da.
También viajamos a Ningbo, una ciudad costera, en un tren regular. La estación de Shanghai es enorme, inmaculada, amigable, desayunamos  en Mac Donalds y puntualmente nuestro tren salió a dejarnos 2 horas mas tarde en la estación donde nos esperaba Victor para llevarnos a traves de bosques y lagos a Yuxi, un pequeño pueblo entre montañas donde visitaríamos una planta metalúrgica. Nos invito a almorzar a un restaurante, en el pueblo de los Elefantes  donde escogías directamente de los cajones el tipo de pescado  que deseabas. Ademas nos trajeron bamboo shots,   un vegetal parecido al brocoli, deliciosos tallos de arroz y el primer tofu que me he comido con gusto. Luego una sustanciosa sopa con un cangrejo entero y sorprendentes rebanadas de papa y tomate. A diferencia de Shanghai donde la mayoría de los platillos tienden a ser elaborados y a tener un toque dulce, este almuerzo estaba mas del lado saladito y sencillo.
Horas mas tarde, regreso en auto, tren y taxi y llegamos molidos a nuestro hotel. Yo creo que llegamos mas cansados que después del viaje en avión desde LA.
Por cierto, descubrí el remedio contra el jet-lag. Hay que tratarlo con frio desprecio y ni siquiera mencionarlo. En este viaje cambiamos de franja horaria varias veces, de Montevideo a Miami, de allí a Los Angeles, de LA a Shanghai, de alli vuelta a LA y luego de varias horas de espera hacia Houston y luego Miami y Montevideo de nuevo.  Recuerdo que salimos de Shanghai el jueves a las 7 de la noche y llegamos a Los Angeles el mismo jueves a las 5 de la tarde. Entonces, tomar 1 tableta de melatonina todas las noches desde una semana antes hasta que se llegue a casita de nuevo. Tratar de dormir lo mas posible en el avion, aunque no corresponda. Al llegar a destino, y por muy cansado o despierto que se este, amoldarse inmediatamente al horario vigente. Nada de “para mi ya es de noche” o debería estar cenando, no acabada de levantar. Adaptarse es el nombre del juego y punto!
Caminando desde nuestro hotel, caminamos muchísimo en este viaje,   en dirección a Nanjing, llegamos a la gigante Plaza del Pueblo y al Museo de Arte Contemporaneo, tan disfrutable y con obras tan valiosas como las de cualquier museo de Europa. La entrada es gratuita y el ambiente muy fresco y bello.
Seguimos por Nanjing y compramos en la calle unos trozos de una fruta  gigante llamada Bonomi, que parece un gran cabello de angel y sabe a chicle de banana. La apestosa Durian la vimos en los supermercados y puestos de frutas, y realmente huelo espantosamente mal, una combinación de cloacas secas con espantos diversos. Manuel se atrevió a probar un pastelito de hojaldre relleno de una cierta mermelada de la fruta. El problema es el olor, de sabor no es muy extraordinario, pero apenas te llega el hilito blanco, como de las comiquitas que veia de niña, pierde el escaso encanto que tenia.

Medio mundo Parte 1

Si, es cierto, se me pasaron los dias, las semanas se convirtieron en meses, y se me hizo difícil escribir.

Mi cabeza siempre esta flotando, manteniendo conversaciones imaginarias constantemente, brillantes todas por lo demás. Pero, y NO como propósito de los meses venideros, voy a contar de las salidas mas recientes que hemos hecho antes de que se me pierdan los papeles donde hice mis notas o se me joda Picasa y la ayuda visual se escape también.

Claro que fue medio mundo, volamos sobre el oceano durante 14 horas desde Los Angeles y todo la aprensión que sentía sobre visitar China y no entender ni siquiera lo que veía escrito, no ya lo que escuchaba, se me disolvió aproximadamente una hora y media después de llegar a nuestro hotel, el Shanghai Salvo Hotel, y cenar, quizas a la hora de desayuno, con un caldito caliente con rebanadas finitas de inidentificable y deliciosa carne, cilantro  y los increíbles fideos que hizo el cocinero frente a nosotros, golpeando contra la mesa un trozo de blanquísima masa, retorciendola, apretandola, girandola por el aire, hasta que en un momento, magico para mi,  aparecia todo un gran mecate hecho de perfectos fideos, que rapidamente sumergía en el caldo hirviendo por solo unos minutos.

Tremendo recibimiento!, lo que solamente había visto en vídeos y ni soné con presenciar, se nos ofreció en un minúsculo restaurante de 4 mesas, donde  compartíamos la salsa picante y nos levantábamos a tomar las escasas servilletas del lugar. Invariablemente fui motivo de risa para los comensales pues me salpicaba la ropa con el caldo al morder los dumping, con la salsa de soya, o con cualquier otra cosa. De cualquier forma, siempre comimos riquísimo!  Después de varios dias y de recorrer siempre este camino, el cocinero y su siempre sonriente hijo, nos saludábamos como viejos amigos. El concepto de analfabetismo tomaba una dimension extreme pues no a  hablar ni entender lo hablado, no era solamente leer o escribir. Pues, sabes que? los chinos que nos encontramos eran adorables y todo sonrisas, el lenguaje universal. Cuando alguno se arriesgaba en entrecortado ingles preguntarnos de donde éramos, las explicaciones iniciales de: somos de Venezuela, pero vivimos en Uruguay, dieron paso al incluyente “western” que era el que ubicaban mejor. Divertido, no? Si algunos de nosotros encasillamos como chinos a todos los que tengan los ojos medio rasgados, así sean mexicanos, pues ellos nos agrupan a los de ojos redondos con el termino de occidentales. Me parece justo, la verdad, quizás hasta no puedan diferenciarnos unos de otros físicamente. jejejeje.

Obviamente que en 8 dias tuvimos la oportunidad de comer en diversos sitios, el Din Tai Fung especializado en dim sun  (tim sam, dumplings, etc) y ganadora de premios, un self service en Yu Yuen garden en el cual  la selección de platos simplemente quitaba el sentido, pato laqueado en Yum Stone en el exquisito distrito de Xian Tian Di, Thai Princess, pato en el Xindalu del Hyatt Hotel on the Bund, considerado como de los mejores de Shanghai, y una miríada de restaurantes callejeros cuyos nombre jamas llegue a saber, en los cuales nos sentábamos y simplemente nos ponían un plato delante, con hirvientes dumplings o sopas calienta-huesos que nos caían de maravilla en el frescor del otoño chino. En tres oportunidades comimos parados en la calle, una especie de pizza con cebollinos, otra a la que le ponían un huevo  y aplastaban contra la hirviente plancha hasta que todo quedaba tostado y delicioso, panes rellenos de carne al curry cocidos con una especie de bano de huevo que los hacia crocantes, buñuelos japoneses picantes rellenas de pulpo llamados Tako Yaki, pinchos de cerdo y de carne con una bolita de pan en la punta de la madera, ojalá recordara todo, pero lo cierto es que con solo una excepción de un restaurante al que llegamos medio tarde en la noche, siempre comimos riquísimo. Por cierto, no siempre las cervezas estas tan frias como nos gustan a los de sangre tropical pero el sabor es rico, especialmente la Suntory.

Algunas cosas me saltan a la memoria y no quiero dejarlas pasar, el trafico en las calles de Shanghai es la locura, miles de motos y bicicletas que al parecer tienen códigos de transito diferente, pues están por encima de las luces de los semáforos o de las flechas de las calles.

Shanghai es una ciudad ruidosa, es gris, y sigo creyendo que era la epoca del año aunque me dicen que es la contaminación. Es una ciudad elegantísima, las mujeres usan los zapatos mas increíbles que he visto, pumps con tacones azul eléctrico altísimos, abrigos de colores insólitos con pieles en los bordes, cortisimas minifaldas o shorts con elegantes medias negras labradas, vestidos de encaje, caritas de muñecas preciosamente maquilladas, cabellos impecablemente cortados y peinados.

Shanghai es una ciudad electrizante.

El rio Huangpu la divide. La orilla  de The Bund es clasica, con mantenidos edificios europeos. El reloj del edificio de Aduanas anuncia con armoniosas campanadas en chino las horas del dia y de la noche, la pared del muro frente al rio esta sembrado en toda su extension con flores y pasto de manera vertical con lindos diseños.  De noche, este paseo, esta rambla, es la locura, en un momento pensamos que había algún festival, alguna celebración, por la cantidad de gente que paseaba, la musica, los flashes de las camaras, pero no, era solo una noche mas en la que la gente disfrutaba de la brisa del rio y de la sorprendente vision de los rascacielos que estan enfrente.

Odio las comparaciones, siempre hacen sufrir, pero a veces no hay mas remedio… New York, tus rascacielos son de juguete en comparación con los de Pudong. No solo compiten en las iluminaciones mas estrambóticas, ademas sus pantallas cubren frentes enteros de los altos edificios.

Times Square…no, cosita, dejame que te explique, las tuyas son de bombillitos LED, las de Nan Ying Road son la mama de las Luces.  Vendedores ambulantes de miles de cosas, cientos de restaurantes, tiendas de ropa, de zapatos, comercios de varios pisos tipo Bergdorf  Goodman, Bloomingdales o Macys, contamos mas de 15 solamente en esta calle. Entramos en uno especializado en comidas de 6 o 7 pisos, en la planta baja delicateses, pastelería francesa, puros, licores, flores, frutas, te, conservas, en los pisos siguientes, carnes deshidratadas, jamones, pescados, mariscos y decenas de cosas marinas secas, galletas, panes, aves, huevos de varios tamaños y colores. Mas arriba, comidas ya cocinadas y listas para llevar, dumplings, cerdo, pechugas, patos, gansos, fideos, arroces, sopas…Los últimos pisos tenian restaurantes, salones de te, heladerías, las escaleras mecánicas parecían vagones del metro. 24 millones de personas y se notan. Tiendas como estas vimos mas de 5, solo en Nan Ying Road, que ademas, es peatonal.

Vimos varias chicas vestidas de novias y siendo fotografiadas con los impactantes edificios de fondo, el turismo, asiatico en su demoledora mayoría, plena las calles, los abundantes centros comerciales, los parques, los restaurantes, las plazas. 24 millones de personas y se sienten cada una de ellas.

“Me dijeron que…

te habías quedado ciega de un ojo?” Bueno, es una forma como cualquiera otra de comenzar una conversación sin ninguna duda. Y lo extraño es que al oírlo así, tan ricamente, pues si, lo asumí tal cual.  Al menos en el momento presente, si, me quede ciega de un ojo. Oscar de Leon y yo!  Creo que estoy en alguna fase entre negación y aceptación, o sea en el medio entre las dos esquinas. De cualquier forma, siempre hay algo o alguien peor y eso lo se muy bien!
Así que, en la supuesta penultima visita al cirujano, previo al chequeo definitivo de los 6 meses, resulto que un ladito de la retina, rebelde por demás, volvió a escapar de donde la habían sujetado muy bien con laser y había permitido que el liquido entrara debajo de ella, meciendola con sus olas y proponiendole un escape total…Pero no le dimos permiso, así que en una semana tendría que enfrentar de nuevo a la pistola laser y entregarse a otra vitrectomia que volveria a poner los asuntos en orden!
Voces que fueron rapidamente ignoradas por mi, propusieron que aquello se hiciera inmediatamente y se pospusiera el asunto de Lima, pero nada que ver! Después de semejante reprimenda a mi retina, estaba segura de que se quedaria tranquilita por 7 dias y nos permitiria disfrutar de una de nuestras ciudades preferidas.
Metimos en la gaveta de atras los pensamientos ominosos y nos dedicamos a disfrutar de la energia de Lima, mas fuerte y necesaria que nunca. Desde la clásica recepcion del Hotel Ariosto, con sus dorados, su cuero y maderas, sus rostros familiares y amigables, respire profundo y me entregue a los acordes de guitarra y cajon y el melodioso acento limeño. Pollo en brasas al llegar en el incomparable Pardo’s Chicken de Miraflores, donde Manuel me ofreció agrandar  la “porcion” con huevo y platano frito.
Los dias siguientes, de trabajo para el, y de descanso para mi, visitamos el cercano restaurante Punto Azul no menos de 4 veces, y creo que me faltaron cosas por probar, pero tal y como me lo habian anticipado, nada como el pulpo a las brasas y el tacutacu negro con mariscos picantes

Saben que hay que hacer fila para entrar al restaurante en horas del mediodía? hasta reparten numeros y todo!! Pero Manuel descubrió que podíamos agarrar el numerito y entrar al restaurante y simplemente esperar en la pequenita barra, pisco sour de por medio, a que nos tocara. Mucho mejor, sin duda! La atención y la comida, simplemente inigualables. Muero por volver a disfrutar del aroma del pulpo y las yuquitas fritas por debajo de las hojas de huacatay…
Nos reunimos con excelentes personas, excelente energía e inmerecido amor, y tuvimos la dicha de compartir un excelente arroz chaufa y pecho de pato en el  Chifa Internacional en la compania  de tres pequenos  muy especiales. Un bebesote super formal y serio, una niñita tremendisima a quien le encantaba el mani y estaba vestida de terciopelo verde oscuro y encajes y una jovencita de 9 anos, tan seria, educada e inteligente que es un orgullo conocerla.
Tambien almorzamos en el Fiesta, muy buena atención, super dedicada y buena comida. Una cortesia de micro baguettes rellenos de pescado “arrebozado”, chupe de cachetes de mero, sorprendente ceviche de mero murique a la brasa,  y aguadito de pescado y mariscos. Vaya que el mero murique es la estrella de la casa!!  El postre de Leche de cabra en cinco texturas, fenomenal, y riquisimo el de chocolate con avellanas! Buena y novedosa repostería

Lima es genial y magica. Siempre sera un destino muy especial para nosotros. Para mas sugerencias de viaje a Lima, sugiero ir a la entrada cortesia de Manuel

Muy Buenos Aires!

Fue una visita relámpago, en gran parte por los relámpagos que iluminaban una parte de mi cerebro que solamente la retina sabia donde quedaba. Yo trato de no meterme demasiado en lo que mi macula y retina hacen rodeadas del humor vítreo que como que no estaba de buenas.
Lo cierto es que después de demasiadas semanas de reposo, innumerables gotas, rayos láser, crioterapia, esponjas de silicona, bandas esclerales y vaya Usted a saber que otros detalles de una tremenda cirugía en mi ojo izquierdo, (que quiso emular a su vecino  y le dio tambien a su retina por desprenderse poco a poco  pero indeteniblemente), los restos de visión  que quedaron alli, se fueron oscureciendo, como cuando ya la noche se instala en nuestro atardecer, y me dijeron que bueno, que ya no había nada mas que hacer, la visión no iba a regresar, así que a asumir esa perdida definitiva y ya!
No quiero hacer el cuento largo y tedioso como casi todos los cuentos de dolencias, pero gracias a un querido amigo venezolano a quien consultamos por teléfono, llegamos a un especialista en Buenos Aires, quien me atendio a la siguiente tarde, vuelo de Aerolíneas Argentinas de por medio, y decidió operarme el 20 de diciembre, justo antes del fin del mundo. Misma operacion del ojo derecho en Caracas, minus el espantoso reposo cabeza abajo.
Cirujano, equipo, centro medico y ambiente excelentes y ultra cariñoso. Algo muy necesario para el estado de derrota con el que entre…Para quien desee saberlo, esta nueva cirugía, puso en su lugar a la retina y a la macula escapista y  el aceite de silicon se asegurara de que todo siga de esa manera. Dos evaluaciones posteriores así lo atestiguan. Despues de tanto traqueteo la vision pasa a ser algo secundario y  en seis meses ya se vera! (eso espero al menos)
Pero, aunque uno no vea bien, tiene que alimentarse, asi que no hubo desperdicio en ese aspecto!
El dia que llegamos antes de tener la primera consulta almorzamos un par de empanadas criollas a la sombra de un árbol, en un parque justo frente al consultorio. No era caso perder tan importante cita por estar dandonos de exquisitos en ese momento.
El hotel escogido, Etoile, en todo el frente del magnifico cementerio de La Recoleta, quedaba a pocas cuadras del consultorio y muy cerca de varios y excelentes restaurantes, como ya se vera. Muy buena atencion del front desk, habitacion grande, bonita y comoda. Muy recomendable.
Esa noche, para celebrar la esperanza, Manuel reservo mesa en Chez Nous, en el Hotel Algodon, y como quisimos probar casi todo el menu, el Chef accedió gentilmente a porcionar tanto los entremeses como los platos fuertes, asi que nuestra cena consistió en langostinos, huevo de campo, cordero y pecho de pato, perfectamente preparados y mejor acompanados. Nada de postre por favor y si una esplendida botella de Reserva Malbec 2009 de la finca Algodón Wine Estates, expertamente sugerida por la Maitre D’ quien nos guio toda la noche con un dulcísimo acento español. Una cena excelente que cubrió la angustia con una colcha exquisita!
Al dia siguiente y en ayunas nos fuimos a la clinica donde se haría la cirugía, y el chofer del remisse hizo del viaje de casi una hora una verdadera delicia haciendonos reir haste de la politica!. Horas después ya en el hotel y con mi ojo castigado nuevamente, almorzamos comidita china de un restaurante cercano al que Manuel fue y pidio para llevar. Rico todo, dentro de un poco de neblina recuerdo langostinos y crujientes lumpias. Para cenar, otra vez take out, pero esta vez comida armenia que recuerdo un poco mejor, ricos tabaquitos de hoja de parra, labne muy cremoso, queso de cabra, kibbe frito y pan recién hecho.
Al dia siguiente y como habia amanecido mundo a pesar de las predicciones, nos atrevimos a correr suerte y salir a almorzar muy cerca, al restaurante Jose Luis, especializado en cocina española y de mar, donde disfrutamos de una espectacular Parrilla de pescados y mariscos con una botella de Merlot Luigi Bosca.
En la tarde, aun no se habia acabado el mundo y el doctor me retiro el parche felicitandose merecidamente por una operación muy exitosa y de 10 puntos! Podia irme ya y debia regresar en 3 semanas, no solo para probar otros restaurantes sino para hacerle un seguimiento al asunto. Nos fuimos a celebrar al restaurante del Club de Arquitectos, todo esto en Recoleta igualmente, donde la comida es muy creativa, pero en algunos casos poco balanceada en los sabores. Por ejemplo,  yo pedi una tarta crujiente de queso de cabra con tope de rebanaditas de calabacin. La tarta era super rica pero demasiado, DEMASIADO calabacín, el delicioso magret de pato estaba en fetas un poco gruesas lo que dificultaba su corte. Pero por otra parte ahi probe un excelente postre, trozos de pina fresca en un ligerísimo almibar perfumado de salvia al lado de un sublime mousse cremoso y semi helado.
Bueno, total que  poquitos dias antes de mi cumpleaños nos fuimos otra vez a BAS, ahora por bus y rio/mar en un agradable viaje por Buquebus desde Colonia y de nuevo me alegraron con el visto bueno de mi ojo animandonos a continuar con la celebración. Había un temita con la presión ocular que se corrigió con unas gotas. Ahora debo volver a principios de marzo. Que tal? nada mal estos viajecitos a Buenos Aires, eh?
En esta segunda oportunidad llegamos a mediodía y almorzamos de nuevo en Jose Luis, yo una decena de riquísimos langostinos sencillamente a la plancha y Manuel un delicioso filete de Chernia. El implacable verano lo mantuvimos a raya con una botella de Chandon Brut Nature. Lamentablemente no aconsejo la natilla catalana para nada.
Para cenar, y despues de que nos rebotaran de Pecora Nera por no tener reservacion,  fuimos al Restaurante del Hotel Club Frances, hermosisimo edificio de los que me ponen a sonar, full marmol, hierro, molduras, cuadros, techos altisimos… Imagino que las habitaciones deben ser esplendorosas. El menu es bastante reducido y falto de brillo, pero de nuevo el postre salvo con creces la cena. En este caso fue un chaud frois de coco y la pina que amo, con helado de nueces varias y sambayon crujiente. Delicioso!
Entonces, el jueves que nos regresabamos en la tarde a Montevideo y reservacion adelante almorzamos en Pecora Nera una deliciosa ensalada de rucula, bocconcini, almendras tostadas y crocante de mollejas, abadejo al horno estilo mediterraneo y risotto de ossobucco. Esto con un Trumpeter Merlot para hacer coincidir lo rotundo del risotto con el perfume del abadejo. No postre por hoy.
Pasamos gran parte de la tarde en un banco sombreado frente al Cementerio y Manuel hasta durmio unos minutos mientras yo le acariciaba el cabello sobre mis piernas y arrullados con la melodia de “Agua fria” de un vendedor ambulante.

 

Semana Santa/Semana de Turismo/Road Trip

Durante toda mi niñez, la Semana Santa comenzaba como unas pequeñas vacaciones,(que los profesores se esmeraban en arruinar poniéndonos exámenes para el lunes siguientes) en las que se exigía cierto recogimiento y actitud pía. Se esperaba de tí que te confesaras y comulgaras (al menos una vez al año, por Dios!!!), fueras a procesiones (que me encantaban porque eran paseos nocturnos, cantados y con velitas en las manos), que comieras poquito, por aquello del ayuno, que estuvieras pendiente de cualquier oportunidad para sacrificarte (no me voy a comer el cri-cri completo, solamente dos, bueno, cuatro cuadritos) y lo mas pintoresco del asunto era no bañarte el viernes santo, lo cual si estabas en la playa, y eras un niñito era un verdadero suplicio, por el calor y porque nadie quería terminar convirtiéndose en pescado en castigo por haber sucumbido a la temperatura calcinante o al llamado de las olas. No comer sino pescado, el miércoles y el viernes, lo cual igualmente era tremendo, pues te quedabas con la única opción de un huevo frito o alguna pastica. Claro, después creces y te deleitas con un exquisito bacalao a la vasca, o sardinitas fritas y crocantes, una paella, etc, lo que desmerece ciertamente la función de sacrificio. Lo que adoraba ciertamente era escuchar el Popule Meus, pieza perfecta, y respirar incienso o mirra o cualquiera de esas cosas que quemaban profusamente en las iglesias. Las lágrimas corrían por mi cara y deseaba morir en ese mismo instante perfecto.
Habían otros detalles, como el recorrer no sé cuantas iglesias, no sé cual día ni su propósito, la diversión del Domingo de Ramos y la pelea por agarrar una ramita de Palma Bendita y luego tratar de hacer crucecitas con ellas que invariablemente terminaban o llenas de polvo detrás de una puerta o deshaciéndose en la gaveta de la ropa íntima (mal sitio por cierto…), la variedad de peliculas de la Pasión de Cristo o de vida de santos. Hasta dicen que en épocas anteriores a mi, (y diría mi hijo que eso es imposible) en el radio solo ponían música clásica o religiosa, las personas que se desmayaban el Domingo de Resurrección, porque estaban en ayunas para comulgar y la lectura del evangelio se hacía interminable pues era toda la historia de la Pasión hasta la Resurrección y que a veces hacían entre varios de los feligreses mas allegados del cura, a manera de obra de teatro. También el decir, y esta vez con propiedad Felices Pascuas, por que ésta sí es la Pascua, sabes?, Bueno, para que te enteres!
Pero acá abajo ésto prácticamente no existe, y copio textualmente: En 1919, el batllismo logró recién por la ley del 23 de octubre de 1919 la secularización de los feriados religiosos: el día de los Reyes Magos, 6 de enero, se convirtió en “Día de los niños”, la Semana Santa en “Semana de Turismo”, el día de la Virgen, 8 de diciembre, en “Día de las Playas”, y el de Navidad, 25 de Diciembre, en “Fiesta de la Familia” (Barrán-Nahum, Batlle, los estancieros y el imperio británico – Tomo 4)

Así que en la semana de turismo, y teniendo Camille que estudiar muchísimo para el exámen del lunes (gracias, profesor), Tommy con un juego nuevo, y los demás en sus cosas, nos decidimos a hacer cortos viajes. Fuimos a Canelones City, también a Sierra de Minas en el Departamento de Lavallejas, famoso por los alfajores, y nos llegamos hasta la Laguna de los Cuervos, llenísimo de gente acampando y haciendo honor a la semana del turismo. Por lo menos 15 familias estaban haciendo su asadito del dia, así que el aroma era delirante. Es un sitio lindo y super natural y hay unas casitas que tammbién alquilan y que brindarían mas comodidad a mis pobres huesos que dormir en una carpa. Almorzamos en la Ciudad de Minas, frente a la Plaza principal en el restaurant Los Ombúes donde pedimos Lengua a la Vinagreta y una botella de vino de la casa. El sitio estaba lleno, al igual que el resto de los locales cercanos y todo el mundo estaba almorzando hamburguesas, pizzas, fritas…Después tomamos un pequeño paseíto por la plaza a ver los vendedores ambulantes y compramos 6 pinturas de uñas para las obras de arte que hace Camille, y unas yemitas y bolitas de dulce de leche acaramelados.

El domingo fuimos al pueblo Santiago Vasquez, esta vez con todos los muchachos, básicamente para que descansaran de tanto estudio y para almorzar al estilo campestre del Yatch Club de Uruguay. No dejarse confundir por tan imponente nombre, por favor. Mesas de plástico bajo los pinos uruguayos, patos esperando trocitos del exquisito pan casero y humo del asado le dan a este restaurante, de Ceci, un ambiente de ensueño. Las pastas son todas hechas allí, y me quedé enamorada de los Capelettis de pollo en caldo con trozos de mozarella y zapallo. Los niños pidieron tortellinis de verdura en salsa de espinacas y gnocchi rellenos de jamon y queso con pesto y con salsa carusso (especialidad uruguaya con champiñones, jamón, crema doble, queso….).

También pedimos pulpón de vacío y asado (claro) con miles de fritas. De postre brownie con helado y torta especiada de chocolate con dulce de leche. El café y el té eran por cuenta de la casa y estaba dispuesto en una mesita bajo los árboles.
Sin apuro, disfrutando del sol que cada vez calienta menos, conversando, simplemente respirando. Super uruguayo, pués!

Un paseíto por la rambla full de gente esperando la puesta del sol y disfrutando tortas fritas, a la orilla del imponente Río Santa Lucía en su encuentro con el Río de La Plata y de vuelta a casita!

Establecimiento Juanico Bodega Deicas

El entorno era soñado y casi irreal en esa fría pero luminosísima tarde de finales del mes de julio.

Las vides, dormant, descansan anticipando el inminente reverdecer y carga de más de 12 uvas diferentes.

Podría contar acá sobre todo lo que nos enseñó expertamente Marcela, quien tomó nuestro deseo de visitar el viñedo, solícitamente y sin presiones, y nos recibió con un beso a nuestra llegada. Eso lo haré, al menos lo que puedo recordar, pero ahora prefiero rememorar la magia que lo envuelve.

Paseamos tranquilamente, admirando lo que con años y años de trabajo, dedicación y buen gusto continúa creciendo en Juanicó, sintiendo la seriedad del emprendimiento, el inmenso orgullo por lo logrado, el respeto y admiración hacia los dueños, hacia los trabajadores, hacia los clientes.

Nos encontramos con una hembra de Tero Tero, que indiferente a nuestro paso cuidaba de sus 4 huevos, mientras el macho nos amenazaba con su grito y batir de alas.

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Recorrimos el camino hacia la bodega, vimos la casa que construyó Don Francisco Juanicó, y que mantiene los pisos y las vigas de madera originales, nos asombramos ante el tocón de araucaria que un inesperado tornado derribó hace muchos años y cuya madera genialmente se transformó en las bases de las mesas de la inmensa y cálida sala de degustación.
Descendimos bajo tierra hasta llegar a una inmensa cava construída en 1830 por manos indígenas, y cuyo aroma al entrar nos golpea de manera indescriptible, madera, tabaco, vainilla, tierra, miel. Aromas éstos que al fundirse con vivencias de tantos años y de tanta gente, con tantas esperanzas, sueños, sudor, frío, ilusiones y desencantos, increíbles y satisfactorias sorpresas, arduo trabajo, cansancio, complicidades, risas y brindis improvisados, todos estos sentimientos agazapados entre los magníficos arcos de piedra, les confieren graciosamente a estas bebidas parte de su especial carácter.

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En el piso que está arriba de esta magnífica cava hay un pequeño y encantador salón decorado con pinturas alusivas al vino, con un mostrador y sillas del Montevideo de antes, verdaderas joyas antique perfectas para este sitio donde el tiempo no pasa.
Al lado, y custodiadas por rejas imponentes y por telarañas ancestrales, se guardan botellas de cada cosecha, a la espera quizás, del momento merecedor de su disfrute.
Aprendimos sobre la poda, el raleo, el deshoje, la temperatura, la humedad, el pasto sembrado entre las filas, la necesidad en un momento de implementar riego artificial. Marcela nos contó también de los trabajadores que vienen, fielmente y año a año, al momento de la cosecha, de que solamente mujeres laboran en la bodega y hacen gala de su minucioso cuidado y atención. Nos llevaron al salón especial donde se encuentran descansando en grandísimos toneles de roble francés, lo que será Cru D´Exception de distintas uvas, y también el especialísimo Preludio, en el que el porcentaje de cada una de las 6 uvas que lo constituye varía con cada cosecha, asegurándose el enólogo el uso de lo mejor de lo mejor.

La familia Deicas tiene virtualmente las manos metidas en los barriles, y teñidas de vino, pues todos forman parte de las decisiones que se toman junto a los enólogos. Obviamente es la forma de mantener y hacer crecer este establecimiento, que además frecuentemente invita a festivales como el de la Poda, el del Cordero y Tannat, el del Vino y las Artes, y a visitar la boutique de vinos, de donde salimos con 3 botellas de Tannat Roble, para el asado de esa noche, y una de Selección del Enólogo que pensamos descorchar en nuestro próximo aniversario dentro de pocos días. También nos llevamos dos botellas de aceite de oliva, de Coratina y de Coratina-Arbequina, producto especial de la Bodega. Me faltó por comprar una botella que me intriga muchísimo, Cuvee Castelar Brut con un toque de licor de Tannat.

Gracias Marcela, por asomarnos a este universo de sentidos y carácter.

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Establecimiento Juanico Bodega Deicas una parte muy especial de esta tierra que he caminado en los pasados 10 meses.