Lo que te dije anoche…

Angustia, parte de mi vida, y en tu camino, si ves a brisa, dile que me 
recoja del suelo, donde triste termino mi vuelo. 

Si ves a paz, dile que añoro nuestros bailes, juntitos, cuando alegría cantaba aquella canción 
donde esperanza se unia con ganas, para que naciera futuro, quien se 
convirtió en hoy y  donde no se adonde voy, si no me abandonas Angustia.

 

“Me dijeron que…

te habías quedado ciega de un ojo?” Bueno, es una forma como cualquiera otra de comenzar una conversación sin ninguna duda. Y lo extraño es que al oírlo así, tan ricamente, pues si, lo asumí tal cual.  Al menos en el momento presente, si, me quede ciega de un ojo. Oscar de Leon y yo!  Creo que estoy en alguna fase entre negación y aceptación, o sea en el medio entre las dos esquinas. De cualquier forma, siempre hay algo o alguien peor y eso lo se muy bien!
Así que, en la supuesta penultima visita al cirujano, previo al chequeo definitivo de los 6 meses, resulto que un ladito de la retina, rebelde por demás, volvió a escapar de donde la habían sujetado muy bien con laser y había permitido que el liquido entrara debajo de ella, meciendola con sus olas y proponiendole un escape total…Pero no le dimos permiso, así que en una semana tendría que enfrentar de nuevo a la pistola laser y entregarse a otra vitrectomia que volveria a poner los asuntos en orden!
Voces que fueron rapidamente ignoradas por mi, propusieron que aquello se hiciera inmediatamente y se pospusiera el asunto de Lima, pero nada que ver! Después de semejante reprimenda a mi retina, estaba segura de que se quedaria tranquilita por 7 dias y nos permitiria disfrutar de una de nuestras ciudades preferidas.
Metimos en la gaveta de atras los pensamientos ominosos y nos dedicamos a disfrutar de la energia de Lima, mas fuerte y necesaria que nunca. Desde la clásica recepcion del Hotel Ariosto, con sus dorados, su cuero y maderas, sus rostros familiares y amigables, respire profundo y me entregue a los acordes de guitarra y cajon y el melodioso acento limeño. Pollo en brasas al llegar en el incomparable Pardo’s Chicken de Miraflores, donde Manuel me ofreció agrandar  la “porcion” con huevo y platano frito.
Los dias siguientes, de trabajo para el, y de descanso para mi, visitamos el cercano restaurante Punto Azul no menos de 4 veces, y creo que me faltaron cosas por probar, pero tal y como me lo habian anticipado, nada como el pulpo a las brasas y el tacutacu negro con mariscos picantes

Saben que hay que hacer fila para entrar al restaurante en horas del mediodía? hasta reparten numeros y todo!! Pero Manuel descubrió que podíamos agarrar el numerito y entrar al restaurante y simplemente esperar en la pequenita barra, pisco sour de por medio, a que nos tocara. Mucho mejor, sin duda! La atención y la comida, simplemente inigualables. Muero por volver a disfrutar del aroma del pulpo y las yuquitas fritas por debajo de las hojas de huacatay…
Nos reunimos con excelentes personas, excelente energía e inmerecido amor, y tuvimos la dicha de compartir un excelente arroz chaufa y pecho de pato en el  Chifa Internacional en la compania  de tres pequenos  muy especiales. Un bebesote super formal y serio, una niñita tremendisima a quien le encantaba el mani y estaba vestida de terciopelo verde oscuro y encajes y una jovencita de 9 anos, tan seria, educada e inteligente que es un orgullo conocerla.
Tambien almorzamos en el Fiesta, muy buena atención, super dedicada y buena comida. Una cortesia de micro baguettes rellenos de pescado “arrebozado”, chupe de cachetes de mero, sorprendente ceviche de mero murique a la brasa,  y aguadito de pescado y mariscos. Vaya que el mero murique es la estrella de la casa!!  El postre de Leche de cabra en cinco texturas, fenomenal, y riquisimo el de chocolate con avellanas! Buena y novedosa repostería

Lima es genial y magica. Siempre sera un destino muy especial para nosotros. Para mas sugerencias de viaje a Lima, sugiero ir a la entrada cortesia de Manuel

Reclamo

Por que eres como un amante esquivo, en cuyo caso no serias ya ni mi amante, pues cual es el caso de esquivarme?
Trato de abrazarlo y me le acerco, a veces timidamente y a veces con furia y artificios.
El me sopla calidamente la frente y cuando ya va a besarme, siempre hay una tocesita sin rostro o el recuerdo de un pendiente que nos distrae de nuestras caricias.
Me niego a que me abandone, respiro con las pausas aprendidas ya no se en donde, cierro suavemente los ojos y trato de nuevo de que se acerque a mi, de que finalmente llegue y me llene.
Pero de nuevo, una corriente de aire frio, un alza en el volumen de lo que acontece lo asusta y se escurre.
Deja ya el miedo y las sutlezas, por favor! Entregate a mi como yo quiero entregarme a ti. No deseo seguir con estos agotadores juegos de escondite.
Dejame disfrutarte y permiteme descansar en tu nada.
Es imperativo que duerma un poco.