Season greetings!


Si hay algo que agradezco de esta mudanza es el haberme quitado de raíz el tormento que durante mucho tiempo significó para mí la celebración de la navidad y la despedida del año viejo, para entonces recibir al nuevo que ominosamente nos esperaba y que recibíamos con ropa interior amarilla, maletas en la mano, dolares, tragos de champagne y uvas peladas, tratando de que nos viera con buenos ojos desde un principio y nos acogiera con cariño. La verdad nunca fuí de las peronas navideñas, que ponían su arbolito en noviembre, un gorrito rojo en la cabeza a la menor provocación y esperaban con ansias la nueva gaita del año, el amigo secreto y las fiestas de navidad.

El arbolito lo ponen mis chiquitos, yo me limito a limpiar un poco el area, poner mi escueto y sobrio nacimiento de barro, una toalla roja en el baño de visitas, algunas velas mas, y el Feliz Navidad! en madera pintada que hizo Camille cuando estaba como en 4to grado y que le quedo tan bella y no se ha dañado aún…

Extrañaré la compañía de mis amados que compartían con nosotros esta noche, pero encuentro el consuelo de que no era mas especial que cualquiera de las cientos de otras noches en las que también estuvimos juntos, y que quizás en algun momento volvamos a reunir al gentío bien vestido, mejor perfumado, estrenando ropa muchas veces y con bolsas de regalo en las manos.

Supongo que además de esto, mis hijos extrañarán las canciones que cantábamos antes de que llegaran testigos de este ritual familiar, porque dejé mi cuatro y el librito de aguinaldos y gaitas que me servían de recordatorio. También extrañarán la premura por cenar, de una vez! pero no porque estuvieran hambrientos, sino para sentarse en el piso y ceremoniosamente agarrar un regalo y empezar: de mi abuela Vilma para Icho, y así sucesivamente, con las consabidas trampas de guardar los presentes propios para que salieran juntos mas tarde o las maldades de evitar los de sus hermanas hasta que estas se desesperaban al no recibir ningún regalito por un buen rato.


Si, voy a extrañar eso y voy a extrañar también el bailar con mis hijos y como una loca el 31, porque no hay manera de que aquí escuche faltan 5 pa’las doce o la burra mocha y la vaca vieja, o algo por el estilo, con las que me hacía la payasa nada mas que para ver las medio sonrisas de mis queridos.

Claro, siempre puedo bajarlos al momento indicado por youtube, pero no es igual que buscarlas desesperadamente en el equipo de sonido de la nena y no estar seguros nunca de si la emisora que escogíamos era la que de verdad tenia la mejor música, y las grabaciones de las campanadas en el momento exacto y que mas o menos coincidiera con los relojes de todos.

Algo nunca cambiará y es el recordar vívidamente y con la misma y exacta emoción la maravilla que sucedió en las escaleras de la casa de Tia Ana y que seguirá permanenciendo secreto…
Y ya para terminar los infaltables canciones de ésas, mis antiguas 2 noches de increíble estress, desasosiego y nostalgias, la clásica

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lulu

Disfruto de cosas muy diversas, la siembra, las cabras y su leche con la que hago jabon y quesos, hacer pan... Pero por sobre todas las cosas, adoro viajar! No siento desprecio hacia la comida de los aviones, ni los aeropuertos, ni los minúsculos banios.a Nuestras viajes son una maratón con régimen militar. Semanas de planificacion, mapas y consultas, hasta dar con el alojamiento adecuado, el auto perfecto y asi. Decenas de hoteles, apartamentos, casas, líneas aereas, rentals, fechas, restaurantes, ferias y festivales, granjas, playas, parques naturales, guias turísticas, supermercados y mercados de la comunidad, viñedos, siembras y bodegas, molinos y almazaras, frutos de estación, sitios web, etc, son meticulosamente examinados hasta dar, de una buena vez!, con la perfección. Nada queda por fuera. A mi esposo le encanta elegir el vino y cocinar, y a mi me encanta comer lo que prepara y generalmente me ocupo del pan y del postre. Como mi memoria es, digamos, superficial, comencé a tomar nota de los sitios visitados, los restaurantes, sus platos y bebidas, y cargué con cientos de detalles que me recordaran nuestros viajes, servilletas, sobres de azúcar, tarjetas de restaurantes, mapas, guías de eventos, ramitas, piedras, flores, plumas, fotografías, bolsas de mercado, entradas a espectaculos, tickets de estacionamiento, y un larguisimo y pesado etcetera. Por otra parte, tambien escribo de cualquier cosa que me provoque y me gusta ponerle musica a las entradas.

4 comentarios sobre “Season greetings!”

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