Resulta que el pan, las facturas (pasteleria seca) y la mayoría de los bizcochos y pasteles que se preparan acá abajo se preparan con grasa vacuna. Los mas finos se confeccionan con manteca o mantequilla, pero lo normal es conseguir riquisimas preparaciones que al final te dejan los dedos, los labios y las servilletas sospechosamente engrasados y con un lejano aroma a vela de sebo.
Ya sabemos quien es el culpable…
Como procuramos tener un estilo de vida más saludable, y no conseguimos un pan mas… digamos magro, tomamos la decisión de que yo hiciera el pan nuestro de cada día.
No soy muy imaginativa que digamos, ni los míos son muy arriesgados tampoco, asi que por ahora usualmente preparo pan de molde para sandwiches y tostadas con harina blanquisima y apenas una cucharada de aceite de arroz, y unos que otros bollos con avena y otros cereales. Estoy por conseguir harina integral y harina de centeno. Para experimentar, nada mas, porque la verdad es que adoro el hermosos color blanco de la miga.
En cuanto a las preparaciones mas dulces, para las meriendas o desayunos, preparo, practicamente a diario, galletitas, muffins, scones (hice unos de lavanda con flores de mi vecina…) y diversos bizcochos o budines como se les llama.
Yo feliz, porque por primera vez utilizo mantequilla de verdad para estas lujosas preparaciones y los muffins y scones los hago con crema de leche, que aquí levanta durísima casi que con solo mirarla fijamente.
Hastapreparé la merienda que nos llevamos a Punta del Este, la vez mas reciente que fuimos, antes de que se enfriara mas el clima. No deja de ser un problema el clima. Hoy ha estado lloviendo desde anoche y la temperatura no ha subido de 15 grados, tampoco mi masa ha subido, ni un dedito..
Pan casero, mermelada from scratch, queso fresco… Si tan solo aprendiera a hacer miel!
