De cualquier forma, detesto las sorpresas. Me encanta que me cuenten el final de la pelicula y aún así iré a verla. No harm done.
Lo cierto es que para el pasado cumpleaños de mi esposo, tenía EL plan maestro para celebrarlo, al menos al principio, y que además contaba con el conocimiento y aprobación de los pequeños.
Pero, él se tuvo que ir de viaje y su regreso era la víspera del cumpleaños, día de la fase Nro. 1 del plan.
Hice contacto con la chef Elsa Manelphe, quien incorpora el elemento de intriga y secreto, a sus exóticas creaciones culinarias en su Cuisine Secrete, y nos reservó dos cubiertos para la cena que se celebraría en la terraza del Hotel Esplendor antiguo Hotel Cervantes, construido en 1928, declarado Monumento Historico, inspiración de Julio Cortázar y refugio de personajes variopintos.
Así que mi plan original, sin que hubiera aparecido en el horizonte el viaje, era embaucarlo de alguna manera para acercarnos hasta el centro de Montevideo, subir a la terraza del hotel que exquisitamente mira al mar y a la ciudad, y disfrutar de cócteles mientras el sol se pone en esa tarde mágica de comienzos de verano. Una vez en ambiente, disfrutar de los platos que Elsa maridó con vinos Trio de Concha y Toro y que seguramente estarían perfumados de sus recorridos por el mundo, algo decididamente distinto en la ciudad.
Y luego, la fase Nro. 2 del plan continuaba en el mismo hotel, pues hice reservaciones para pasar la noche allí, y no tener que manejar de regreso. Aire acondicionado, wifi, desayuno buffet, spa y piscina cubierta, luego de lo cual, empezaría la fase Nro. 3 con la celebración familiar en casa junto a nuestro hijos.
Todo perfecto, pero la realidad llamó a la puerta y me recordó que no me gustan las sorpresas porque hay demasiados detalles fuera de nuestras manos. Así que cancelé los planes uno a uno, ya que después de decenas de horas de viaje, y sus correspondientes comidas de avión y botellitas de vino, escalas y esperas en aeropuertos (Vaya si es dificil salir y llegar de aquí), cambio de husos horarios, pasar el ecuador (con las nefastas consecuencias que todos conocemos), pensé que no tendría muchas ganas de volver a arrancar a la calle.
Así que su comida casera, lasagna de crepes y flan al caramelo como almuerzo, parrilla con todo y velitas en el mejor Tiramisú, el de Titi, su propia cama, además de nuestro calorcito familiar, fueron una previa suficiente.
Locuras de ésas que le dan a una de vez en cuando, nuestros viajes siempre son meticulosamente preparados y reservados con la aprobación de todos y con suficiente antelación. Y como además me gusta siempre conseguir un buen deal, siempre es bueno conseguir un comparador de hoteles, además de ranking de restaurantes, comidas típicas, etc. Ahora mismo, acabo de conseguir “100 cosas que hacer en Guadalajara” y gracias al tip Nro. 44 la cena de ayer fué espectacular!
Elsa, algún día disfrutaremos de tu cocina y soñadora decoración. Esplendor, dormiremos entre tus sábanas, disfrutando tus novísimas instalaciones entre las “piedras viejas”. Solamente que ya no será una sorpresa.
