Los Restaurantes de Montevideo

Ayer fue un dia muy especial…La celebracion era la orden del dia, ya que el miercoles buscamos nuestras flamantes y provisionales  Cedulas de Identidad Uruguayas!!!!
Luego, de la nada, nos avisaron del consulado que podian emitirle el pasaporte a Camille, un pasaporte de “plantilla”.
Min era la que le faltaba y la tramitacion estaba hundida en el lodo de  las solicitudes por internet, limbo del cual no se veia pronta salida. 
O sea, la buena noticia del dia!!!  Salimos corriendo al centro de la ciudad y luego de 15 minutos en total, entre espera y recopilacion de datos, le avisaron que el lunes ya podia buscar su pasaporte. No sera tan flamante como el nuestro que es electronico (?) y que tardo mes y medio en llegar desde Venezuela, pero le durará 5  años, y ya esto es sencillamente, mas que suficiente.
Como nos ha pasado ya con cierta frecuencia,  salimos rapidamente de la casa y no dejamos preparado el almuerzo, comenzamos nuestro doloroso peregrinaje en busca de donde comer.
A primera vista, las opciones de restaurantes son ilimitadas.
Al igual que la cantidad de hoteles y de empresas inmobiliarias, los locales de comida abundan en Montevideo. Pero ya aprendimos, y no deja de ser descorazonante, que asi como hay infinidad de restós, la diferencia entre ellos es practicamente nula. Sobre todo en pleno Montevideo.
A los uruguayos les encanta su comida, y yo les apoyo, pero cuando vienes de una ciudad donde la excepcion es encontrar un sitio de comida criolla, y te familiarizas con preparaciones extranjeras, es frustrante encontrar un larguisimo etcetera de sitios que ofrecen lo mismo: pizzas, pastas caseras, tartas,  versiones de  milanesas, incluyendo la unique “milanesa a la napolitana” (que debe ser un encanto para los italianos), y por supuesto la inevitable parrilla.
Reconozco humildemente que aún no le encuentro la gracia al asado criollo, o asado de tira, pero debo probarlo de nuevo, con la mente mas abierta, pues 3 millones, 200 mil personas no pueden estar equivocadas. 
Me encantan, por otro lado, las morcillas en su version dulce. Me parece genial el añadirles almendras, castañas, pasitas, canela, cascara de naranja y otros aditivos que las convierten en platillos gourmet.
De forma tal, pues, que la decision estaba entre el Buffet Chino (no se llama asi, no  lo recuerdo, pero nosotros lo conocemos asi) que esta en la calle San Jose, y un pequeño descubrimiento, muy cerca de alli: se llama Ashot y sirven un shawarma bastante legal, ademas de pizzas arabes o meleyun, extrañamente populares en la ciudad.
Yo tenia antojo de comida china y de picante, asi que haciendo uso de mi poder de veto, fuimos al Buffet.
Estaba cerrado por mejoras (supongo y espero).
Entonces vayamos a Ashot. El problema es que es un local minusculo, sin mesas, sino una barras adosada a la pared y bancos como de bar. Al llegar alla, estaba lleno de clientes y sencillamente no podia acomodar a 6 personas mas. Habia que esperar que se desocupara, pero como no hay mesas, habia que esperar que, al menos, 6 personas terminaran de almorzar… Ni hablar
Y entonces? la semana anterior habiamos jugado con  la idea de ir a un restaurant coreano que queda en la calle Ciudadela. Habiamos entrado tres de nosotros, en una sesion de scouting, y aunque la carta es bien extensa, los precios eran un poquito elevados. Para mi, un punto bajo fue que el salon se sentia muy cerrado y no gozaba de los aromas que normalmente se sienten en los restaurantes chinos. Tienen una variedad asombrosa de sopas cuyas fotografias estan pegadas en la pared de vidrio que da a la calle.
La cuestion fue que al ir al consulado, y pasar por esta calle, vimos otro restaurant que decia simplemente Comida Asiatica, y entonces enviamos a Tommy a investigar. 
Regresó informándonos que era de una pareja, ella uruguaya y el “chino” y ofrecian comida china y coreana.
Asi que sin pensarlo mucho nos fuimos alla.
El local es extraordinariamente sencillo, nada de dragones, lamparas o similares. Ni siquiera esta pintado del usual rojo. Esta limpio y aireado y  ofrece los primeros palitos chinos de metal que vi en mi vida.
Pedimos ayuda con el menu, y nos decidimos por empanaditas chinas (12 al vapor con salsa de soya, caldo y ajo), y luego Cerdo agridulce, Pollo frito con zapallitos, Cerdo picante con crema de mani, un delicioso Bulgogi (plato coreano que significa Carne de Fuego, pues se prepara a la parrilla super caliente), y Chopsuey coreano preparado con tallarines transparentes de soya, vegetales y laminas de carne. Cada uno de nosotros con nuestro bowl de arroz blanco y sticky. Delicioso!
Antes del almuerzo nos trajeron, cortesia de la casa, varios platillos de entremeses coreanos. La fotografia muestra Ajos encurtidos en salsa de soya, sorprendentemente dulces, algas, Kimchi o repollo picante fermentado, sabor  al cual debe uno acostumbrase lentamente, repollo y brotes de soya encurtidos,pasto de la Montaña, y supuestamente muy utilizado por sus propiedades sanadoras. 
Finalmente un toque fresquisimo y uruguayo, preparado por Claudia, una ensalada de lechugas variadas con maiz en granos y zanahorias ralladas, que ponia el toque neutralizante entre tantos e intensos sabores.
La comida fue suficiente, compartimos todos los platos y de saber de los entremeses, quizas hubieramos pedido menor cantidad. La cerveza Zillertal estaba helada, aunque con el calor de estos dias no se mantiene asi la inmensa botella en la que viene la cerveza.
En fin, no exagero en decir que Restaurant Asia, Ciudadela 1389, es un verdadero oasis en las arenas de pasta y parrilla con fritas.
Que suerte!